Transformación de un ser vivo en fósil cuando los restos orgánicos van siendo cubiertos y enterrados por los sedimentos y de esta forma quedan protegidos de los agentes atmosféricos. Por esta razón los fósiles aparecen en rocas sedimentarias, donde los organismos quedaron enterrados al acumularse los sedimentos.
Para que comience el proceso de fosilización se requieren unas condiciones físico-químicas idóneas en el medio. Además es necesaria la presencia de carbonato cálcico, sílice, sulfuro de hierro, fosfato de calcio o sulfato de calcio que son los principales elementos fosilizantes.
Tipos de fósiles:
- De las partes duras (calcáreas, quitinosas, silíceas, óseas…) como conchas, caparazones y esqueletos.
- Aunque las partes blandas se descomponen rápidamente, puede quedar grabada su impresión en rocas de grano muy fino. Así se han encontrado siluetas de medusas, calamares, anélidos, detalles de la piel, hojas y frutos, plumas,…
- Un caso excepcional es la conservación del cuerpo entero del animal. Ha ocurrido en los insectos englobados en ámbar vegetal, mamuts congelados en suelos de Siberia, rinocerontes encontrados en pozos de asfalto (putrefacción evitada por hidrocarburos)
- Otro tipo son los moldes corporales. Por ejemplo, el molde interno cuando se petrifica el barro que penetra en una concha vacía. Otro caso sería el contramolde o molde externo, cuando desaparece la materia orgánica enterrada en el sedimento.
- También se consideran fósiles los testimonios de la actividad vital de los seres vivos conocidos como icnofósiles. Encontramos huellas de pisadas (icnitas), pistas de reptación (cruzianas), excrementos fosilizados (coprolitos), excavaciones realizadas por los seres vivos (bioturbaciones),…
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