En el proceso de formación de orina encontramos dos fases: filtración glomerular y reabsorción tubular.
1) Filtración glomerular.
La sangre de los capilares del glomérulo se filtra hacia la cápsula de Bowman, obteniendo un líquido semejante al plasma sanguíneo aunque desprovisto de proteínas . Se trata de una disolución muy diluida que contiene moléculas pequeñas como sales, glucosa y urea.
2) Reabsorción tubular.
La orina filtrada inicial, alrededor de 180 litros diarios de plasma
procesados, supone una gran cantidad de agua. Tal cantidad supondría un
desequilibrio osmótico imposible de reponer, por lo que al filtrado le
sigue un proceso de reabsorción.
Es el paso de agua y algunas sustancias útiles disueltas (como la glucosa, aminoácidos, iones, vitaminas) desde los túbulos de la nefrona a los capilares sanguíneos de alrededor para retornas a la sangre. La mayor parte de la reabsorción se produce en el tubo contorneado proximal (80% del filtrado glomerular).
A lo largo del tubo de la nefrona se produce la reabsorción del 99% de la glucosa y del agua. Por esta razón, de los 180 litros iniciales se obtiene una media de 1,5-2 litros de orina de desecho como resultado de esta depuración.
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